miércoles, 11 de junio de 2014

UN VIAJE A MI INTERIOR



Ya he dicho en otras ocasiones la falta de preparación que hay en general en las personas que nos decidimos a adoptar. Nadie nos prepara. Hablar de que existe una mochila y que hay que aceptarla no es preparación y generalmente es lo que te dicen y en lo que insisten, poco más.
Yo creo que me di cuenta muy pronto de mi absoluta falta de preparación. El reto emocional que suponía la personita que ya era mi hija me explotó en las narices, porque, como siempre, fue mi hija la que me lo enseñó, la que me lo demostró.
De pronto un día te das cuenta de que al adoptar no sólo tienes que aceptar su mochila, la tienes que la adoptar también, como adoptas sus carencias, sus miedos, sus dolores, sus cohetes. Mi hija me requería cosas que yo ni me había planteado. Emocionalmente era un ser desvalido, sin formar, lleno de dolor y miedo.
No sé si mi fueron forma de ser o mi capacidad de observar o qué, pero de pronto sentí la necesidad de convertirme en un detective emocional, pendiente de sus reacciones. Lo primero que vi con claridad es que ella no sabía ser hija, no sabía que era tener una madre. Me llamaba “mamá” como me podía me podía llamar "sartén"; el contenido semántico de cualquier palabra para ella era el mismo: nada.  Ahí ya se marca una enorme diferencia con un hijo biológico que no necesita aprender a ser hijo o a tener madre. Y Xiao necesitaba aprender.

A través del espionaje emocional al que tenía sometido a Xiao me di cuenta de que yo necesitaba hacer un viaje interior. Reconocer mis miedos y mis carencias, despojarme de mis prejuicios y aprender, de ella y de otros. No es fácil decir cuantas cosas me daban miedo, de cuantas cosas me sentí carente. Fue un proceso muy íntimo y personal. Me tenía miedo a mi misma, a mis emociones, a mis recuerdos y mis experiencias. Ese viaje interior que realicé me supuso aceptar, por ejemplo, sentimientos y emociones negativos hacia mi propia madre, reconocer que existen y que los puedes controlar. Miedo también a no ser la madre que deseaba ser, a no ser la que mi hija necesitaba, a no tener la fuerza y la capacidad de darle lo que me pedía a voces. Y no era sólo amor, era mucho más. Tenía delante un reto emocional y era necesario convertirme en la persona que acompañase a Xiao de manera incondicional, convirtiéndome en un sostén, dándole confianza e independencia por igual durante el  proceso necesario para afrontar su historia, su dolor y su rabia. Y en eso me convertí, en su tutor de resiliencia, en su contenedor emocional. Y aprendí a aceptar las emociones con naturalidad, a dejarla ir por su propio camino, en mi compañía, pero su camino, acompañándola a su ritmo y haciendo que se sienta sentida.

Emocionalmente es devastador, un camino escabroso y complicado, pero se puede hacer. Es más, yo diría que no es que se pueda, es que deberíamos hacerlo todos las personas cuando nos convertimos en padres, especialmente si nuestro hijo tiene una historia previa que necesita afrontar y superar. A mi ese viaje me ha llevado a ser mejor persona, por y para mi hija.

martes, 10 de junio de 2014

MI HIJA, MI MAESTRA

La espera de mi hija duró 4 años. Durante ese tiempo me dediqué a soñar, a imagianar y a querer a una persona que iba a ser mi hijo. Las preguntas como ¿habrá nacido? ¿Estará bien? ¿Donde estará? ¿Como será? Surgen continuamente. Y empiecé a querer y a enamorarme de un ser que sólo estaba en mi imaginación.
También esos 4 años me sirvieron para lo que creí era prepararme para adoptar un hijo. Foros, que por aquel entonces carecían de cualquier contenido que sirviera de ayuda, algún libro, que tampoco circulaban demasiados o no eran conocidos, personas que habían adoptado, que en su mayoría te contaban una luna de miel perpetua......
De pronto una mañana de abril me levanté en un país a miles de kilómetros de mi casa, nerviosa, con miedo, sintiendo que todos esos sueños que había tenido durante 4 años estaban a pocos minutos. Y ahí estaba ella, mi hija, en 3D, ya no era una niña en mis sueños, ni esa otra que llegó después impresa en un papel. No, era una persona de carne y hueso. Y entonces me dí cuenta de que no había llegado a ningún final, todo lo contrario, esa no era la meta, era el inicio del camino.
Ese camino lo llevamos recorriendo juntos los cinco últimos años. Un camino tortuoso y difícil pero gratificante como jamas me pude imaginar.
No puedo decir que quise a mi hija desde el minuto cero. Cuando la tuve en mis brazos sentí ternura, alegría, miedo, mariposas en el estómago...... a quererla aprendí con los días, las semanas...... y sigue creciendo.
Nuestra historia la conoceis los que habéis seguido el blog, pero conocéis la visión de ella, como ha evolucionado mi hija emocionalmente, su vocabulario, hasta su pronunciación 😜.
Pero raramente os he contado mi parte de la historia, lo que a mi ha supuesto ser la madre de Xiao, como yo he evolucianado a su lado.
Poco a poco trataré de hacerlo. Lo que sí puedo decir es que mi hija es mi maestra. Ella me ha enseñado a ser madre, su madre. Y eso es todo un privilegio

VUELVO

Hace prácticamente un año que no escribo. Razones ha habido varias, pero la que más me ha pesado ha sido mi necesidad de alejarme un poco de todo este "mundillo adoptivo" que me absorbió. Además, mi hija ha entrado ya en una fase en la que hablar de ella tan abiertamente como lo he hecho me daba cierto pudor.
Tampoco ha sido un año fácil para mi. He estado tres meses largos bastante aislada del mundo por un problema de salud mío. Gracias a qué sé yo se ha quedado en susto y todo está bien, más o menos, ahora.
El caso es que este periodo de reflexión y desconexión me ha hecho llegar otra vez a tener ganas de escribir, aunque la perspectiva va a ser otra.
Cuando cree este blog su título era una declaración de intenciones. Pero peromla inteligencia emocional de mi hija, su soltura para hablar de su historia, sus enfoques, sus cambios..... me llevaron a hablar de ella. Quizá sea el momento de retomar o, mejor dicho, de tomar aquella declaración de intenciones y hablar de mi maternidad, de mi evolución, de mis sentimientos........ de mi historia de madre.
Espero y deseo que mi experiencia siga sirviendo de ayuda a alguien.
VUELVO!!!!