lunes, 30 de noviembre de 2009

¿A ALGUIEN SE LE OCURRE ALGO?

Xiao no ha controlado esfínteres desde la entrega. Se suponía que sí lo hacía, pero nada de nada. Por su forma de hacer pis (unas gotas cada rato) no creo que nunca lo haya controlado. La caca sí la hacía en el orinal. Es más, era incapaz de hacerlo en el pañal. Podía estar días sin hacer nada hasta que la dejabas con el culo al aire y un orinal cerca.
Bueno, pues desde que estuvo ingresada en el pañal todo. Se pone enferma de nervios en cuanto intento cambiarla despues de comer, que es cuando se sentaba un ratito en el orinal. Y no os digo como se pone si ve el orinal o la dejo con el culo al aire.... Una regresión de lo más incómoda.
Acepto y entiendo que tiene un retraso madurativo importante. Pero ha aprendido tantas cosas que no me cabe en la cabeza que con esto no pueda. He probado distintas cosas y lo único que he conseguido es que cada día se aferre más al pañal.
¿A alguien se le ocurre algo?
Otra cosa que no controlo y cada vez va a más es su actitud cuando la regaño o le digo que deje algo, que no se toca, cosas por el estilo. Pues se me enfrenta. Generalmente me responde lo mismo que yo le he dicho. Por ejemplo, si le digo "deja eso" (por décima vez, las anteriores ni me ha mirado) se me enfrenta y en el mismo tono, me dice, "ja eso". "¡¡¡Xiao, que me enfado!!!" responde "¡¡¡fado!!!" y así hasta que acaba llorando.
Cuando la regaño me contesta, y no podéis imaginaros con que autoridad, y el grado de frustación que le entra cuando tiene que claudicar. Y sólo claudica por las bravas.
Me desespera, por que no sé que puedo hacer. No sé si ignorarla o hacerle caso o que demonios de actitud tomar. Os prometo que me cuesta mucho esfuerzo no darle una tanda de azotes cuando se me pone así.
¿A alguien se le ocurre algo?
Admito ideas, técnicas o lo que sea. Lo del pañal me cansa, pero esto de la autoridad me preocupa.

viernes, 27 de noviembre de 2009

APRENDIENDO A HABLAR

La vuelta del hospital ha sido toda una sorpresa. Xiao ha espabilado de una forma increíble. Habla bastante más y, aunque sigue pronunciando de aquella manera, intenta conjugar los verbos, diferencia presente y futuro y une una cadena de palabras (bueno 3 ó 4, pero no está mal).
Hoy me ha regañado por que se me caido una cosa al suelo y le ha parecido terrible. Además de decirme que tenga cuidado, que he manchado y no sé que más cosas ha terminado con un gesto de indignación y un: "hoooooombre, cooooooooooño, ya está bien"
No he podido contenerme y me he tronchado de risa. Es que estaba muy graciosa. Me temo que el cooooooooooooooooño no se le va a caer de la boca en una temporada jajajajajaja

jueves, 19 de noviembre de 2009

DESPUES DE LA TORMENTA....

Ya llevamos en casa cinco días. Siento tener tal abandonado el blog, pero he estado muy vaga y muy ocupada con mi hija.
Ya escribí el otro día sobre el refrán "no hay mal que por bien no venga" y tengo que reiterarme en lo cierto que es.
La enfermedad de Xiao le ha servido para reafirmar o confirmar su seguridad y confianza en nosotros. El cambio que ha pegado al salir del hospital ha sido increíble.
Los seis días de ingreso ha estado muy nerviosa y desconfiada. Desde que entramos por la puerta se mantuvo en un estado de apatía-antipatía del que no salió hasta que volvimos a casa y llevaba aquí unas horas.
Además de por encontrarse fatal creo que también tenía miedo. Yo no me he separado de ella más que para ir a la máquina de café (¿he dicho café? en realidad no sé que era, pero valdrá llamarlo café). Pero parecía que le daba igual perderme de vista. Es como si tuviera asumido que íbamos a desaparecer en cualquier momento y no quería demostrarme nada, ni miedo, ni nada. Estando malita en casa, unas horas antes de ingresar, yo no podía salir de la habitación en la que estaba, se ponía histérica. Dormíamos juntas y se me abrazaba y no se soltaba de mi cuello en toda la noche. En cambio en el hospital, me podía ir y simplemenrte me miraba con una pena infinita, pero era la misma pena con la que miraba al volver. No me dejaba tocarla, abrazarla o hacerle mimos, ni muchísimo menos besarla. Mi pobre pequeña, que mal lo ha tenido que pasar. Y no sólo por la neumonía.
Pero ya estamos en casa, de relax total. Sin horarios, ni normas (las básicas sí, que no hay que perder las formas) ni horarios. Somos espíritus libres, como dicen sus padrinos. ¡¡¡¡Y que gozada!!!!! Ha dado un cambio espectacular, pero no de cuando estaba mala, de antes de estarlo. De pronto no le da miedo expresar sus sentimientos. Me da unos abrazos, unos besos... unas miradas, unos mimos. Me dice unas cosas con su media lengua que me tiene derretida. Me coge la cara con las manos, me da un beso y me dice "mamá que quero" y carantoñas parecidas. Ya me decía que me quería antes, pero no así, tan entregada y mirándome a los ojos.
También sigue siendo una antipática cuando le parece, no todo son dulzuras. Porque en eso he tenido "mala suerte": mi hija no es cariñosa, es más bien poco sobona y poco besucona. Así que cuando se pone me gusta doble, y se lo agradezco infinito.
La vuelta del hospital está siendo muy gozosa. La semana que viene trataremos de volver a rutinas y horarios y que empiece el cole otra vez. Ahora todos los días cuando la voly a vestir me dice "cole manana hoy no".
Mañana nos vamos al pueblo de mi marido. Espero no estar tan tensa como acostumbro cuando vamos y, sobretodo, no transmitirlo, aunque es difícil.
Ya os contaré la semana que viene.

sábado, 14 de noviembre de 2009

SUBIDÓN!!!!!!

NOS VAMOS A CASA

viernes, 13 de noviembre de 2009

CANSANCIO

Los días de hospital van haciendo mella en nosotras dos. Las dos estamos cansadas y un poco hartas. Desde el miércoles de la semana pasada que se puso malita no me he separado de ella, ni para dormir. Y desde el lunes pasado estamos confinadas en esta habitación, con vistas a un triste patio interior, bastante oscura y un poco fría.
La niña está hoy muchísimo mejor. Tiene una mala leche increíble y la paga con Mamá. Le han quitado el suero y el chisme que tenía en el pie (lo de medir el oxígeno en sangre). Ya no tiene cables ni tubos, ni aparatos que pitan y lanzan destellos.
Mañana nos levantan el aislamiento... eso en parte me da pena. Entrará alguien en la habitación y volveré al sillón a dormir y a ducharme en el baño de la sala de espera....
Con suerte el domingo nos vamos a casa, el lunes como muy tarde. Ya tengo ganas. Veremos.
Mi pollito ha dado un paso atrás, uno de gigante. Y empezamos otra vez a repetir el camino... se me hace duro... pero es que hoy estoy cansada... muy cansada y desanimada...

jueves, 12 de noviembre de 2009

Parece "chinita"

Lo primero deciros que Xiao está mejor. LLeva 48 horas sin fiebre. Sigue muy adormilada y sin ganas de nada pero, aunque no lo parece, está mejor. Posiblemente hoy le quiten el suero y veremos si quiere empezar a comer. Por el momento ese es el objetivo; lo demás ya irá llegando.

La noche del lunes al martes la pasamos en un box de observación, en urgencias de pediatria. El box lo compartimos con otra niña y sus padres.
Hay gente maleducada por todas partes y gente maleducada y sabelotodo también. Pues nos toco pasar la noche con unos de estos.
Las voces que daban, las expresiones sucias y soeces que usaban (delante de su hija de 3 años y de la mía que me fastidiaba más).... bueno, creo que os lo podéis imaginar. Además ella sabía más que los médicos del estado de su hija, de lo que necesitaba, de lo que había que hacerse, etc. Vamos, que la carrera de medicina parecía que la había estudiado ella, y no digamos enfermeria....
Yo callada, ocupandome de mi hija y flipando con lo que oía. De pronto siento que el tono al otro lado de la cortina baja al mínimo y el señor a su mujer le dice,muy bajito: "esa parece chinita".
Le contesté desde mi lado de la cortina: "No, no parece chinita: ES CHINA" al otro lado de la cortina silencio "Ah, y por si le quedan dudas, sí, es mi hija. Y no, mi marido tampoco es chino"
Reconozco que con ciertas expresiones y ciertos tonos soy excesivamente intransigente, Se me pone muy mala leche y me lo tomo como algo personal. En este caso no sé si me sento mal el tono, el esa o el chinita o todo junto.

Y es que tenemos que oir cada cosa.... Yo a veces me quedo con la duda de si, cuando la gente nos suelta esas lindezas, es realmente consciente de lo que dice o es tan tonta que no se da cuenta de lo que está diciendo.
He cogido la mala costumbre de contestar. Al principio lo dejaba pasar, pero ahora no me da la gana. Me quedo en la gloria haciendole ver a la gente lo inoportuna y lo impertinente que pueden llegar a ser.

De lo primerito que tuve que escuchar de una persona muy, muy cercana, cuando le dijimos que íbamos a iniciar los trámites para adoptar, fue que "adoptar no puede ser lo mismo que tenerlos, nunca será lo mismo. No deberíais". No contesté. Hoy por hoy esta persona sabe que sí es lo mismo, lo ha aprendido. Pero sus palabras están ahí. Eso de que se las lleva el viento no es cierto.

Hace muy poco una de esas enteradillas que sabe de todo (habla de adopción como si hubiese adoptado en todos los paises del mundo) me preguntó, delante de mi hija, que si sabíamos algo de sus verdaderos padres. Le dije que de la madre sabía desde que nació, su árbol genealógico y toda su vida en primera persona. Se le iba poniendo una cara de "ay, cuenta, cuenta" que me ponía de mala uva por momentos. Hasta que le dije que era yo, que su MADRE era yo. "¿no es cierto que madre no hay más que una? pues la de mi hija soy yo, ni verdadera ni falsa, SU MADRE". Le cambió la cara, ahora era de sorpresa. Se puso muy nerviosa y me dijo "bueno, mujer, tu ya sabes a que me refiero..." La miré muy mal y le dije que claro que sabía a lo que se refería y que eso lo malo. Mi respuesta era la única respuesta, si quería morbo que vea la tele, que hay mucho.

En otra ocasión, a lo largo de una conversación, me dice mi interlocutora que le encantan las chinitas, "cuando son pequeñas son tan monas, tan graciosas.... luego de mayores no, son feas y ya no me gustan, pero de pequeñitas..... que ricura" Me quedé un poco parada pero reaccioné a tiempo para decirle que yo adoptaba para toda la vida; que cuando fuese mayor seguiría siendo mi hija, guapa o fea. Pues ella a lo suyo, que de pequeñas que ricas y de mayores mira que son feas las chinas.... con un desprecio que me ofendía. "Bueno, pero al final a los hijos les quieres hasta feos" le dije "Mira tu madre, te adora, y eres bastante feita, ya lo eras de pequeña, española de raza, pero más fea que Picio". Se le quedó una cara..... ahora cuando me ve sólo me dice hola, no pregunta ni como estás jajajajaja ¡¡¡y yo me troncho!!!!
Yo creo que la mayoría de los casos hablan sin pensar, sin la intención de dañar. Y posiblemente eso me cabrea más aún. Uno debe pensar antes de abrir la boca. Te expones a ofender o a dañar cuando no piensas bien tus palabras. Yo cuando lanzo el dardo lo hago apuntando y los enveneno. Y lo hago con plena conciencia no sin querer. Generalmente me siento culpable y mal durante un ratito despues de lanzarlos, pero me dura muy poco. Que aprendan para la siguiete.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

ME TOCO LA CHINA

Y nunca mejor dicho. Xiao tiene la Gripe A, confirmada con análisis, y se le ha complicado hasta hacer una neumonía. Como ya hace 6 días que está así, me han dicho que no proceden los antivirales y sólo queda esperar y vigilarla. Nos han aislado a las dos en una habitación en el hospital. Todo el mundo entra con mascarilla y se tiene que lavar las manos si la toca. Se me hace un poco raro, parece que en vez de una niña tengo a ET. Pero son los protocolos y hay que seguirlos.


Sé que está en buenas manos; en este hospital hay excelentes profesionales y nos están atendiendo y tratando muy bien. Pero una no puede evitar estar preocupada. La veo tan floja, tan malita… Y lo único que puedo hacer es estar a su lado.

Y además está muy asustada. En un sitio que no conoce, rodeada todo el día de desconocidos que le hacen cosas poco agradables cuando no duelen…. Estoy segura de que tendrá otra regresión en cuanto volvamos a casa, solo espero que la supere pronto.

He de reconocer que después de varios días viéndola mal y haciéndome la fuerte, esta tarde cuando me lo han confirmado me he venido abajo. Cuando ha salido todo el mundo de la habitación y nos hemos quedado solas me he echado a llorar. Ya veis, que tontería. Sé que no está grave, que sólo necesita un seguimiento y estar pendiente… pero me he venido abajo. Me imagino que el cansancio, el verla así durante tantos días, el estar tantas horas aquí sola también tienen que ver con mi bajón.

Pero tengo que estar fuerte. Mi familia me necesita. Y especialmente mi pequeña, así que me tengo que venir arriba.

Hemos estado en observación de urgencias más de 24 horas ya que no había cama en planta. El personal de enfermería se ha portado con nosotras de maravilla, todas las enfermeras de todos los turnos. Cuando nos hemos ido les he llevado una plantita con un macetero muy mono como agradecimiento. Como bien dice el dicho: “es de bien nacidos ser agradecidos”. Y anda que no aguantan… y tragan…

PD.- publico esta entrada hoy miércoles aunque la escribí ayer. Hoy La niña está mejor y yo más tranquila y más cansada. Creo que otros 2 ó 3 días de hospital no me los quita nadie.

lunes, 9 de noviembre de 2009

MIS DOS PRIMEROS MESES COMO MADRE

Esta entrada me va a costar escribirla. Espero que mi experiencia os sirva.

Ya he dicho que el tema del apego ha sido lo que más me ha preocupado de todo el proceso de adopción. He leido mucho sobre ello, sobre la importancia de hacerlo bien, de que sea un vínculo seguro y fuerte, y sobre como hacerlo bien. Cuando nos entregaron la pre-asignación de nuestra hija y supe que tenía casi 3 años me alegré infinitamente de estar bien preparada. Por que digan los que digan los "enteradillos" no es lo mismo un bebe de meses que un niño de casi 3 años.
Yo tenía clarísimo como quería (y debía) actuar y estaba firme y decidida a hacerlo así. He de decir, como inciso, que mi marido durante los 4 años de espera ha dejado que fuese yo quien leyese. A veces me decía que leía demasiado, a lo que yo contestaba que así estaría preparada para cualquier cosa. También he de añadir que toda la familia de mi marido vive en una provincia diferente a la nuestra, a unas 3 horas largas (¿o debería decir 3 largas horas?)de viaje.
Y dicho esto, sigo (uff, que difícil, se agolpan las ideas, los recuerdos y muchos, muchos sentimientos)
Despues del viaje yo quería quedarnos en casa, solos, y empezar a acoplarnos los 3 juntos a nuestra nueva situación, especialmente la niña. Ella se tenía que hacer a nosotros dos, a su nueva casa, cuarto, entorno.... Y, por supuesto, todo esto en un aislamiento voluntario, recomendado por profesionales y expertos, y necesario. Cada vez estoy más convecida de que era necesario. Mi necesidad de compartir a mi hija en aquel momento era cero. En cambio la de mi marido era de 20 sobre 10.
Desde el momento de la entrega todo fue muy fácil, demasiado fácil. No lloró ni en la entrega ni despues, no protestó por nada en los 15 días de viaje, no nos extrañó, sonreía ... todo demasiado perfecto. Yo tenía muy claro que tenía salir lo normal, es decir, lo malo.
Nada más llegar a casa (un viernes por la noche) nos fuimos (el martes por la mañana) a que la familia de mi marido disfrutase de la cría. Yo lo pasé fatal. Veía como todo a nuestro alrededor era exactamente lo contrario a lo que yo quería, creía y necesitaba.
Una cosa (llamemosle manía) que hacía mi hija era echarse a los brazos del primer adulto que la sonreía o, para llamar la atención, se lanzaba y se abrazaba a las piernas de alguien. Yo lo veía como un claro sintoma de que no había ni atisbo de apego ni de referente alguno. Primera medida que tomo es pedirle a todo el mundo que no la cojan, que no la reciban cuando haga esto. A medida que tenga un referente (que deben ser sus padres) y empieze a apegarse, ella sola distinguirá a quien debe o puede echarle los brazos y a quien no. Batalla perdida. A cada uno que le echaba los brazos la cogía, y no sólo la cogía, sino que se convencían de que la niña les reconocía como .... tío/a, primo/a, abuelo/a. Me faltaba tiempo para quitarsela a quien fuese. Además no me cortaba un pelo y les decía que fuesen bobos, que la niña le hacia eso a todo el mundo, que ella no conocía a nadie. Mi madre, no le bastaba con cogerla cuando la niña ñe echaba los brazos, la abrazaba y la besaba a pesar del claro rechazo de la niña, obligándole al abrazo. Y se convencía de que a la niña le gustaba (a día de hoy empieza a tolerar a mi madre, pero pasa de ella olímpicamente. Estoy convencida de que es por aquellos abrazos). Con mi madre tengo una confianza que no tengo con la familía política, así que le prohibí terminantemente coger a la niña, achucharla, besuquearla... muestras de cariño excesivas, ni una. El cabreo fue monumental, me dijo que eso eran tonterías mías. Ahí le corté en seco y le dije que vale, que puede que fuesen tonterías, pero eran MIS tonterías y era MI hija, y no cabía más discusión.
En el pueblo de mi marido estuvimos sólo 3 días aunque íbamos para una semana. Me vió pasarlo tan mal que prefirió volver a casa. No pasábamos ni media hora los 3 en familia. Todo el día rodeados de adultos llenos de ansiedades y necesidades haciendo suyo lo que aún no era ni siquiera mío... muy difícil.
Una amiga me dijo que estaba demasiado demasido tensa, que la niña me estaba agobiando y que eso no podía ser. Que mal me sentó. A mí mi hija no me agobiaba, ni me hacía estar tensa. Me agobiaban y me hacían estar tensa los adultos y sus actitudes.
Igual que me sentaba fatal que me dijeran que la niña "sabía perfectamente quien era su madre" sólo porque me llamaba "Mamá". Pero nadie quería ver que para ella "Mamá", y hubiese sido lo mismo Pepita o gatita o sartén, pues era una palabra vacia de significado o sentido.
Me sentaba fatal que le piedieran besos, besos que yo no le pedía.
Me sentaba fatal que la asaltasen para abrazarla con fuerza cuando ella no quería (sigue sin gustarle).
Me sentaba fatal que se tomasen el derecho de llevarse a la niña sin decirme nada.
Me sentaba fatal que le preguntasen "¿cuanto quiere la niña a ..... (abuelo, tío, etc) ?" cuando mi hija no nos demostraba afecto ni siquiera a sus padres.
Me sentaban fatal tantas cosas... he de reconocer que me siguen sentando fatal. La diferencia es que ahora me importa un rábano que me miren mal cuando lo corto por lo sano. Al principio me sentia como una arpía, como una bruja piruja que tenía que imponerme por encima de las opiniones de los demás.
Hasta que reflexioné mucho sobre lo que me estaba pasando y lo que estaba haciendo. Y me reafirmé. Me explico.
La adopción de nuestra hija es algo que decidimos, asumimos y llevamos a cabo mi marido y yo. Nadie más intervino en esto. De las opiniones que me dieron al principio, algunas hubiese preferido no haberlas oido nunca. Nosotros decidimos ser padres, aceptamos a nuestra hija cuando llegó la asignación y la adoptamos. Nadie más ha intervenido en eso y no quiero que lo hagan ahora. Yo decidí hacerlo y yo decido como quiero hacerlo. Y no hay más que hablar.
Cuando Xiao sepa ser hija, sepa que su padre y su madre son su familía. Cuando yo la sienta segura aquí y con nosotros. Cuando yo sienta que confía en sus padres. Cuando ella sepa discernir que es cariño de verdad y que es juego (o chantaje). Cuando yo sienta que estamos preparados. Sólo entonces empezaré a levantar barreras. Y digo EMPEZARÉ; poco a poco irá entrando gente en su vida, familía extensa y amigos.
Esa barrera ya se va levantando; por supuesto que ya hay gente en su vida. Están en nuestro entorno y en su vida diaría; pero sin presión, con naturalidad. Esa es la palabra: CON NATURALIDAD.
Mi gran error: no dejar las cosas muy, muy claras antes de tenerla. Debería haber advertido de que esas barreras iban a estar ahí. Como no lo hice se las saltaron y cortar a posteriori es más dificil y más duro.
Mi consejo: Dejad las cosas muy claras desde ya, con dureza si es necesario. Es muy importante que os respeten y respeten vuestras decisiones. Pero sobre todo haced lo que os haga sentir seguros.
En mi caso han influido muchos condicionantes y soy muy consciente de ellos (no viene al caso hablar de ellos, cada familia tiene los suyos). Cada casa es un mundo y esto de las relaciones es muy, muy subjetivo.

Sé que escribir sobre mi experiencia es muy complicado, por lo largo lo primero y por la cantidad de matices por otro. Por eso os ofrezco si queréis hablar conmigo sobre ello contactadme y quedamos o nos damos teléfonos o lo que sea. A veces es más fácil decir que escribir.
Mi correo carmencarmen09@gmail.com

SIGUE MALITA

Y la verdad es que yo la veo muy malita. Sigue con fiebres bastante altas y una tos... que me duele a mi oirla. Se pasa el día dormitando o durmiendo y no admite alimento alguno, quizá una vez al día una gelatina. Me cuesta mucho que beba agua, pero lo consigo.
El sábado por la noche la llevamos al hospital y nos dijeron que las analíticas están bien y la oxigenación también. Que se ve en las radiografías algo en el pulmón pero que, al ser vírico lo que tiene, será moco. Le aumentaron la dosis de antibiótico y a casa, diciendome que si empeoraba su respiración, es decir, si le costaba aún más respirar, la llevemos otra vez.
Pero sigue igual. Ni cede la fiebre, ni respira mejor (tampoco peor) ni nada.
La verdad es que estoy preocupada. No sé si me la llevaré hoy mismo o espearé a mañana, por si acaso hay mejoría.....
Ay, mi pobre niña.....

jueves, 5 de noviembre de 2009

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Últimamente he escuchado este refrán en más de una ocasión y lo estoy aplicando en mi vida muy a menudo.
Leía en el blog de Brenda como se puede aplicar a la vida de niños adoptados, como mi hija. Nunca había pensado desde esa perspectiva en la adopción, pero es cierto con una contundencia bestial.
Hoy la tengo malita, bastante malita a la pobre. LLeva desde ayer por la mañana con unas fiebres altísimas. Le baja con los antitérmicos, pero a las 2 horas ya está otra vez con el subidón. Alterno ibuprofeno y paracetamol pero las subidas llegan demasido pronto y no puedo darle lo que toque cada 2 horas. Está claro que si yo tuviera un trabajo fuera de casa hoy tendría que haber pedido el día a costa de vacaciones y por la cara o haber pedido una baja o.... no sé qué hubiera hecho pero desde luego habría tenido que quedarme en casa. Mi madre está cerca, muy cerca, pero tiene una enfermedad crónica, degenerativa, que le afecta al sistema inmunológico y, aunque tenga muchas ganas, no está para cuidar niños. Y mi suegra vive bastante lejos. Por tanto, no tengo con quien dejarla.
La última empresa para la que trabajé me despidió el mismo día que me entregaron la asignación de mi hija, por teléfono. Me dolió por las formas y los motivos. Según ellos las ventas de mi zona habían bajado (¿y qué ventas no bajaron en marzo de 2008?). La realidad que no les interesaba una madre en la calle, necesitan pirañas sin vida. Bueno, no sin vida, con La Empresa como única vida. Muy triste. Además del momento elegido, sabiendo que esa mañana había recibido una carpeta tanto tiempo deseada, había puesto cara a mi sueño.... me sentía tan feliz cuando me llamaron... no voy a decir que no me lo amargaron, por que de alguna forma sí lo hicieron.
Pero hoy, 7 meses después, pienso en aquello y me voy al refrán: "No hay mal que por bien no venga". He disfrutado de mi hija a tiempo completo todos estos meses, y ella ha disfrutado de su madre. Hoy que está malita puedo estar con ella , consolarla, acariciarla... ayudarla en la mediad que me es posible. Puedo acudir cuando me llama bajito: "Mamaaaaaaa".
Sí que dolió el despido, la verdad, pero ahora estoy encantada de que lo hicieran. Que se coman su empresa con patatas. Gracias a Dios (o a mi marido mejor dicho, que curra muchísimas horas para que así pueda ser) económicamente nos podemos permitir el lujo de que yo esté en casa. Y yo me quedo en casa encantada de la vida. Por el momento no echo de menos el trabajo fuera de casa. Quizá de aquí a 1 año me plantee algo, iniciar un negocio propio o quien sabe... ahora no es tiempo de pensar en ello.
Lo que desde luego es una verdad como un templo es que "NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA"

miércoles, 4 de noviembre de 2009

SOBRE EL APEGO

Desde que dimos el primer paso para adoptar a nuestra hija me he leido todo lo que me ha dado tiempo. Y me ha dado mucho tiempo de leer en 4 años. Me preparé a conciencia para cualquier problema que pudiese surgir, desde que nuestro expediente estuviese traspapelado (ha pasado alguna vez) y no llegase la asignación o tener un encuentro terrorifico o .... No os podési imaginar la cantidad de cosas que pueden pasar y yo pensaba que debía estar preparada para lo peor y que, si me tocaba, no me pillara desprevenida. Pero no me pilló; nuestra asignación llego en su momento, el encuentro con la niña fue de película (por lo inusitadamente bueno).... todo ha ido bien o mejor.
Pero lo que más me ha preocupado y más he mimado y cuidado (y sigo haciéndolo) es el apego. Y he leido mucho y me he preparado a conciencia para hacerlo bien. Estamos en el buen camino, no creo que tal y como llevamos el viaje nuestro tren descarrile, pero no tenemos todo hecho. Aún falta.
En estos 6 meses mi hija he mantenido nuestro círculo cerrado casi herméticamnete. No he dejado mucho espacio para entrar a nadie, ni abuelos, ni tíos, ni amigos. Xiao necesitaba tener un referente, aprender a tener un padre y una madre y qué significa ser hija. Por supuesto no todos se lo han tomado bien; diría más bien que hay quien se lo ha tomado muy mal, los más cercanos. Me ha importado un bledo, sinceramente. Sigo con la barrera bajada y no la voy a subir de golpe. Poco a poco ella misma va eligiendo y se va encariñando con más gente.
La siento cada vez más apegada. Ese vínculo sano, de seguridad y cariño se ha establecido y ahora toca hacerlo fuerte y definitivo. Ella tiene clarísimo que puede recurrir a mi cuando algo pasa o simplemente si necesita un beso. Ahí está siempre Mamá. Y eso es una de las cosas que más ha escocido a los cercanos, que Mamá nunca les ha dejado consolarla, darle los mimos cuando los reclamaba o simplemente darle de comer. No, eso lo hacemos, al menos de momento sólo Papá y Mamá.
Esta mañana una señora me ha dicho una cosa por la calle que me ha llenado de orgullo y de alegría. Como le bajó la fiebre nos hemos ido a una librería a recoger unos cuentos que tenía encargados. Llevaba a la niña en brazos, pues aún sin fiebre está muy mimosona y tristona. Se me ha abrazado al cuello y ha pegado su mejilla a la mía, fuerte, fuerte, como dice ella. Y así ibamos caminado, las dos mirando al frente con las caras pegadas cuando me ha parado una señora y me ha dicho que pocas veces en su larga vida había visto una estampa tan linda, viendo el cariño que la niña tenía por mi y yo por ella. Me ha felicitado y ha seguido su camino. Que se note mi cariño por ella no me emociona, pero que un extraño note el cariño que mi hija siente hace mi.... uff me ha dado un subidón de los grandes.
Sí, estoy cada vez más convencida de que estoy haciendo lo correcto, le pese a quien le pese.

(He de confesar que he achicharrado la cena mientras escribía el post. Parece que viene una musa y se va otra)

UN DÍA MALO

Tengo varias cosas en mente sobre las que quería escribir pero no acabo de centrarme en ninguna. Parece que "mis musas" no están por aquí estos días y mi mente tampoco.
Hoy tengo a mi pollito con fiebre y, por consiguiente, pesadísima la pobre criatura. Yo con un dolor de cabeza de esos impertinentes, que no cede ante ningún tipo de analgésico y que pone de un mal humor infernal. Intentaré superarlo (el mal humor) por que mi pobre hija no tiene la culpa.
Esta tarde si una musa o un trozo de mi mente regresan, tartaré de escribir algo. No me gusta tener el blog tan abandonado.